17.1.08

Fernando, el que de nada sabe pero nos hizo creer que sí (sigue opinando)

A lo largo de esta década hemos visto como sea ha demonizado (con razón) la imágen de todo lo que fue el menemismo, con todas sus lógicas y supuestos intrínsicos. El decir Carlos Saúl Menem se transformó en una mala palabra para una enorme mayoria de la gente, muchos de los que a su vez 10 años atrás decidieron venderle por poco el culo mismo a todo lo que simbolizaba su modelo neo-liberal (pero ese es otro tema).

Para no irme de la idea que tenia cuando empecé a escribir, a lo que queria llegar es que, a pesar de que pareciera que con Menem teniamos un enemigo público para rato, un señor que fue directamente su sucesor no deberia quedar afuera de nuestras - malas - consideraciones cotidianas. Simplemente porque no lo merece. Porque aunque Menem haya sido el gran hijo de puta que REALMENTE fue, al menos NO FUE LA NADA. Esa nada que sí representó Fernando De la Rua; esa inoperancia que dejó al país al borde del abismo (como dijo un juez de la corte suprema, hasta se llegó a hablar de golpe de estado) y que
se vió reflejada, a triste modo de síntesis, en la matanza montada del 19 y 20 de diciembre de 2001.

Ese mismo señor que estubo en el gobierno algo más de dos años luego de haberse vendido como el gran cambio que el país necesitaba y fracasó a tal punto que sentenció a muerte a muchos argentinos, ahora, en una entrevista, declara que se siente "arrepentido, únicamente, por haber dejado la Casa de Gobierno en helicóptero". Sí, aunque cueste creerlo (o mejor dicho no queramos hacerlo). Y, lejos de quedarse en solo en esas palabras, continuo al considerarque, aunque se hubiese ido de otra forma, habría sido cuestionado igualmente. "Hubiera podido irme en automóvil, y habrían subrayado que los vidrios eran polarizados. En esas situaciones, lamentablemente se buscan siempre símbolos".

Buenas palabras las seleccionadas por el Doctor De la Rua para justificar su "accionar" (si se le puede llamar así) en aquellos turbulentos días. Pero no podemos dejar pasar sus expresiones así nomás. Y es que en nuestro país siempre me pareció ver y escuchar a muchos políticos que a la hora de rememorar situaciones o acontecimientos lo hacen como cualquier vecino o ciudadano común, olvidando que, en sus casos, ellos son muchas veces los que tienen la responsabilidad DIRECTA de lo que pasa (o no). En este sentido, recordemos por ejemplo que De la Rua llegó a decir que no tenia la menor idea de lo que ocurria en la Plaza de Mayo (a escasos metros de la Casa Rosada), cuando la represión policial del 2001 destruía mucho más que unas cuantas vidas. Un Presidente de una Nación era el desentendido. Un Presidente era el que no sabia que pasaba. Ese tipo era Fernando De la Rua, quién hoy hasta se da el lujo de hablar en programas de televisión brindando soluciones basadas en su gran sabiduria, para el beneficio de todos.

Habia que hablar de Fernando De la Rua, un tipo que se tendría que haber pasado la vida leyendo y opinando sobre política. Un hombre al que no hay que olvidar, como asi tampoco el hecho de que fue otro de los tantos que reprochamos, después de que nosotros mismos fuimos los que lo pusimos en el sillón de Rivadavia.

Por Santi Grandi & Chueco García.

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