Desviando la mirada

El escenario pre-elecciones legislativas no deja de ser muy parecido al que caracteriza en los últimos tiempos a esos días finales de campaña en donde nada importa mandar mensajes claros de proyectos o anhelos, sino "cooptar voluntades". Así, vemos a candidatos con ninguna propuesta certera en mano (más allá de esos folletos en dónde, casi en tono chistoso, todo se reduce a máximas genéricas como: "reducir la pobreza", o "aumentar la seguridad"), pero con el abrazo y el beso fácil en cuanta recorrida barrial se ponga en el camino. Entonces, si quizás tendríamos que marcar algo propio de esta pre-elección, es el carácter sumamente "mediático" que ha adquirido, fruto de las inconciencia clásica de todos nosotros (culpables siempre, al final de cuentas) y de la ya para nada nueva interpretación que hacen los medios masivos de comunicación, últimamente reducidos por los políticos a llamarse "TN".

De esta manera, y a modo de solo uno de los cientos de ejemplos, no es únicamente lamentable que De Narváez se pelee con Kirchner y usen cámaras y obtengan tiempo en tv con sus trifulcas "dialécticas", sino que el problema es que efectivamente tengan su espacio. Y entonces el muñeco que conduce ese segmento de noticias del canal del grupo Clarín, presenta la nota con un contenido que en nada ayudará a nadie en pos de las próximas elecciones. "Nuevo capítulo en la pelea De Narvaez - Kirchner. El candidato de unión-Pro le responde al ex-presidente". Ajá, ¿y el espacio e interés por las propuestas, para cuándo? ¿A alguien realmente le importa exijirle a estos personajes que hablen de qué proponen y de qué forma realista piensan llevar todo a cabo?
Las respuestas son claras, para el que quiera verlo. Por eso, por más que parezca más fácil hacerse el desentendido, y por más que la política oficial (y este calificativo va para todo el arco político) sea "desviar la mirada", siempre habrá quienes no se tragan el buzón, aunque muchas veces parezca no servir de mucho.

Por Santi Grandi & Chueco García.