19.9.09

La batalla por la libertad de expresión


Somos consientes de que se esta librando una batalla. No hay rifles, no hay espadas, no hay granadas ni hay bombas de napalm.

Hay ideas, y hay quien discute por ellas como nosotros y como tantos otros bien intencionados que simplemente estamos pensando que es lo mejor para la mayoría de esta sociedad.

Hay intereses políticos. Incluso desde el gobierno no todos piensan igual, para algunos de sus integrantes esta nueva Ley de Servicios y Medios Audiovisuales es simplemente un golpe al grupo Clarín (ahora devenido en enemigo), y para otros (que fueron los que vienen trabajando desde hace tiempo en el proyecto) es la chance para democratizar y desmonopolizar el espectro comunicacional argentino.

Desde la oposición algunos quizá se opongan de buena leche. La única chance de que así sea es que no hayan leído el proyecto de ley y simplemente se hayan limitado a escuchar la "interpretación" que hicieron los medios del Grupo Clarín. Otros simplemente se comieron el papel de opositor a ultranza y no están dispuestos a apoyar nada que venga del oficialismo (aún las cosas que son positivas) demostrando tener miedo a que las grandes cadenas mediáticas les retiren sus minutos de aire.

Algunos se oponen porque sus proyectos políticos claramente fueron constituidos para defender al poder económico, por más que se llenen la boca hablando de pobreza y libertad de expresión (lease PRO).

Finalmente, desde aquí vamos a defender a quienes muchos se encargaron de embarrar. Vamos a resaltar la grandeza de los partidos opositores que dieron la discusión, que pusieron exigencias, que negociaron su voto afirmativo a fuerza de modificaciones a ciertos artículos controvertibles. Eso que parece lo normal en cualquier sistema democrático, en nuestro bendito país merece ser resaltado porque es la excepción. Nos referimos a Proyecto Sur, al Partido Socialista, a algunos radicales de la Concertación, a Encuentro Popular, y a algún que otro más.

Y también hay intereses económicos (que son los mas fuleros y poderosos). Lo triste es ver a una gran cantidad de personas creyendo que le están haciendo un favor al país cuando en rigor solo están defendiendo los privilegios de varios monopolios multimillonarios que han transado con todos los gobiernos, incluso los militares genocidas. Es triste ver que hay gente que cree más en TN que en su Dios.

Para algunos la cuestión de los medios es una cosa menor... creannos que no es un tema menor. Es terriblemente perjudicial que alguien monopolice la capacidad comunicacional ya sea un gobierno o una empresa. Simplemente porque la forma de informarnos que tenemos el 99% de las personas es a través de los medios y si la mayoría de los medios dicen lo mismo porque responden a un mismo poder entonces ya no nos estaremos informando, estaremos reproduciendo lo que otros quieren que reproduzcamos.

Quizás esa sea la tragedia de la historia, la tragedia de la vida: pensar que estamos luchando por algo cuando en rigor estamos haciendo fuerza por su opuesto. Pensar que estamos luchando por la libertad de expresión cuando en verdad estamos haciendo lo posible por coartarla.

Lo desolador es que todos podemos caer en esa trampa sin darnos cuenta. Por eso hay que estar despierto para no representar el papel del idiota.

Por Chueco García & Santi Grandi

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