12.12.12

Breves reflexiones sobre la cuestión del Grupo Giros



Society
you´re a crazy breed
I hope you´re not lonely
without me
Society
have mercy on me
hope you´re not angry
if i disagree

(Sociedad, estás verdaderamente loca.
Espero que no te sientas sola sin mí.
Sociedad, ten piedad de mí.
Espero que no te enojes,
sino estoy de acuerdo)
               
                 Eddie Vedder - Society

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* Los límites del sistema imperante se hacen evidentes con lo que acontece con el amigo Grupo Giros. Esta digna construcción de una alternativa, escapando a la lógica aceptada de la simple crítica y la opinión (por ser éstas inofensivas en términos concretos para "el poder"), se configuró en una propuesta por fuera del orden establecido. Y obraron en consecuencia. Apenas esto ocurrió, la resistencia del statu quo (con sus representantes privados y públicos) no se hizo esperar. Y la lucha lleva ya varios años.

* En el mundo de lo ilógico, la justicia favorece accionares que apuntan sólo al beneficio de unos pocos que especulan con un derecho garantizado incluso por las constituciones. La vivienda digna. En un mundo igual de ilógico, un gobierno "socialista" no encuentra en una propuesta como la de Giros a un aliado natural, y encuentra sí los justificativos para sentarse en la mesa de la fundación libertad.

* En una ciudad con decenas de miles de afectados por un déficit habitacional flagrante e inadmisible, los supuestos "representantes" brillan por su ausencia. Algunos, en la actual situación del amigo Movimiento Giros, se escudan en un teórico respeto a la división de poderes en un país que en todos sus territorios hace agua en este sentido. Y esta es siempre una realidad que afecta a los oprimidos del sistema.

* Está, desde luego, aquél que olvida que el "el poder" no lo tiene ni el Gobernador ni la intendenta ni ningún "representante" del pueblo. El poder es y será (sobretodo si los mismos "representantes" son sus principales garantes) el capital.

* En una situación particular de notoria gravedad, el sentido común indica que la máxima autoridad, la cabeza del pueblo -"que gobierna a través de sus representantes", nos cuentan-, debe ser la primera en hacerse cargo. Y resolver en favor de lo que es justo. Interceder por convicción, porque es su razón de ser -¿para qué se es gobernador, sino?-, sin que importen ni los caminos ni si "debe hacerlo o no".

* Reconociendo el estado actual de las cosas, el caos sistémico y el inhumano orden que marcan el día a día de las poblaciones, toda construcción de una alternativa emancipatoria y libertaria debería ser saludada y apoyada desde cualquier ente democrático. Nadie tiene la fórmula de "cómo y cómo no" debe gobernarse, y la inoperancia de las estrategias asumidas por justicialistas y socialistas es evidente. Por ello apoyo fervientemente la alternativa que representa Giros.

* Recordar que “La democracia histórica se fundó en la desconfianza de lo múltiple a través de la unificación coercitiva de lo uno, que vuelve irrepresentables a quienes no corresponden a la norma única, e invisibiliza la diversidad de situaciones y las relaciones de poder que atraviesan la vida en sociedad", se me antoja indicado en la coyuntura actual que vive el amigo Grupo Giros. La resistencia llega de los lugares menos pensados, de personas que se respeta incluso, pero que en su fundamentalismo político olvidan que esta forma de concebir el juego "democrático" tiene demasiadas grietas como para pasarlas por alto. La invisibilización de situaciones de carencia, injusticia e incluso decidida opresión que se viven tan cerca de las zonas céntricas de Rosario es parte de una forma de legitimar una manera de hacer política que ya no sabe a qué recurrir para no reconocer sus fallas.


* La cuestión coyuntural que afecta al amigo Grupo Giros es, en realidad, un llamado de atención que nos permite hacer una crítica estructural al orden "democrático" imperante en particular en la ciudad y la provincia y por extensión a todo el país. Si nos quitan la noción de justicia del horizonte, nos están dejando a merced simplemente de la ley. Y la ley es como una telaraña, como comprobó Daniel Drew, hecha para atrapar moscas y otros insectos chiquitos, y no para cortar el paso a los bichos grandes. O factible de ser comparada con el cuchillo, que jamás ofende a quien lo maneja. No obstante, en este juego que muchos proponen como el único modo posible de vivir en sociedad, los discursos oficiales invocan la ley como si ésta rigiera para todos, y no solamente para los infelices que no pueden eludirla. En otras palabras, la ley que nos dejan es la ley del más fuerte. La ley del capital. Ésta es por definición una ley insoportable para todos nosotros, una ley que hay que desobedecer porque atenta contra el derecho a vivir en paz y a armar poco a poco y juntos nuestro destino.

* El camino que nos proponen desde el Estado es uno que nos condena a la resignación. A la aceptación del mundo tal cual es. Ante esto no se me ocurre otra cosa que gritar "acá nadie se rinde".



Por todo esto y varias cuestiones más, NO AL DESALOJO. SI A LA EXPROPIACION. EL TAMBO SE QUEDA.

Santiago Grandi
Conductor y productor de "Está En Vos. El arte de hacer barullo"

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