10.9.07

Un buen domingo


El pasado domingo 2 de septiembre ya quedó grabado en la historia argentina por distintas razones que lo distinguen de cualquier otro domingo.
Desde este espacio solemos hacer mención a aquellos puntos flacos que nos caracterizan en tanto argentinos, esos atributos que llevemos encima como karmas, como mochila que nos hace cometer siempre los mismos errores. Una de estos tantos karmas que tenemos y que tan mal nos hace (y que muy probablemente no sea algo exclusivo de la gente de este rincón del mundo) es esa actitud de votar pensando principalmente en el estado de nuestra billetera, es decir analizando la situación a corto plazo (porque votar pensando en tener bien la billetera mañana puede implicar tenerla mal la semana que viene).

De manera esperanzadora y afortunada nada de eso paso el domingo 2 de septiembre ni en Córdoba ni en Santa Fe. Indistintamente de quienes fueron los ganadores el análisis es optimista.

A pesar de tener muchas deficiencias (muchas de las cuales exigen situarse fuera de Rosario para apreciarlas) Santa Fe fue –tanto durante la última crisis como durante la actual bonanza- sin lugar a dudas una de las provincias mejor administradas (en términos económicos) del país, sin embargo su población decidió no renovarle el plazo al partido que la gobernó durante todos estos años; el voto bolsillo (o billetera) no apareció, la gente exigió más que solo plata en la billetera...un aplauso para esa gente. Eso no es todo, a lo largo de toda la bota mucha gente cortó la boleta, no es poco, es gente que no votó por votar, que por algún u otro motivo evaluó quienes eran los mejores para cada cargo, que por votar a un candidato no votó al resto que venía adjuntado en esa trampa de la boleta entera (esto se puede discutir), en fin, gente que pensó (esto no quiere decir que los otros no la hayan hecho)...otro aplauso.

Pero quizá lo más importante de todo haya sido (al igual que en Córdoba) que seres pensantes superaron esa barrera de mierda que es el clientelismo político. Esto es así: hubo personas que a pesar de haber sido obligadas y amenazadas para que voten al candidato oficial, en el cuarto oscuro decidieron elegir a quien ellos querían (y no a quienes les quería imponer). Esta es la “forma de hacer política” que M. Eugenia Bielsa (AHORA) dice, la gente ya no quiere más. Brindemos porque esos aparatos jamás vuelvan a estar tan aceitados como en el pasado, porque no se utilice tan indecentemente la extrema pobreza de la gente con fines políticos tan bajos... pero recordemos que en muchas partes del país estos aparatos siguen intactos.

No hay que dejar de resaltar la honorable actitud que tuvieron –por lo menos en sus palabras- las caras visibles del partido derrotado, sin bochinche aceptaron que la gente ya no los apoya. Y del mismo partido podría esperarse que se de una renovación obligada en su seno y que emerjan nuevas figuras que acerquen el partido a la gente y lo aleje de las prácticas clientelares y los manejos turbios que lo caracterizan.

Tal vez el optimismo pueda trasladarse al país, tal vez podamos demostrar que estamos cansados de pelearnos, que con el pasado ya tenemos bastante, que ya es hora de ponernos de acuerdo y mirar principalmente para adelante.

En fin, gracias Santa Fe por darnos esperanzas de que no todo tiene que ser necesariamente como hasta ahora... SIGAMOS ASÍ.

PD: Párrafo aparte para los hechos pauperrimos de la provincia de Córdoba y su elección fraudulenta. Allí no ganaron los aparatos pero quiza gane el fraude... todo dependerá de lo dispuesta que esté la gente a defender su dignidad.


Por Santi Grandi & Chueco García.

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