22.7.08

Codigo binario


De un país que nos tiene acostumbrados a falsas posturas que en el fondo esconden ambiciones dificiles de digerir no nos sorprende (si nos entristece) el que haya reducido uno de los mayores conflictos de los últimos años (algo que nunca debería haber llegado a tal) a una toma de posición binaria, polar, excluyente. "Quien no está con nosotros está con los otros", "es un enemigo", "es un traidor", "es un tibio"; cosas así se escucharon de ambos extremos en disputa.


Mejor corrijamos, no le echemos la culpa al país, eso es demasiado abstracto, echándole la culpa al país no decimos nada ¿Qué culpa tiene esta hermosa extensión geográfica al sur del planeta de la gran cantidad de energúmenos que, muy a su pesar la habitan? Una sociedad inmadura por su juventud (esperemos) es su poco amigable moradora.


Mimetizados en esta polarización histórica, gran parte de nuestra sociedad, de nuestros medios y de los mismos protagonistas de la contienda nos invitaron a alistarnos y tomar parte en esta batalla plagada de mentiras, de demagogia, de violencia, intolerancia y estupidez; pero con una particularidad: había que elegir una postura únicamente entre dos posibilidades.


Las opciones por las que tendríamos que prestar nuestro cuerpo fueron/ son las siguientes (definidas según sus propios representantes):


a/ Un gobierno plural y democrático que lucha por "la mesa de los argentinos", que les hace pagar impuestos a quienes mas tienen para sacar de sus zozobras a quienes peor la pasan. Un gobierno que de tanto proteger los recursos naturales, de tanto enfrentarse con los sectores más concentrados de economía, de tanto bregar por los que menos tienen, y de tanto defender los derechos humanos de toda la sociedad se gano la enemistad de los antidemocráticos y golpistas de siempre, que ahora lo quieren voltear, golpe de Estado mediante, por ser un gobierno netamente nacional y popular.


b/ Un sector de la economía y de la sociedad argentina que han sido los únicos culpables de que nuestra querida república resucite como el Ave Fenix de las cenizas de la crisis que ensangrentó el 2001. Una pobre gente que trabaja de sol a sol, que pone el lomo en serio, que son la salvación de la patria porque en ellos está la reserva moral de nuestra corrompida sociedad. El sector más importante del país que mantiene a todos los demás, que paga muy buenos sueldos a sus peones (que por supuesto están en blanco), que a causa de la Resolución 125 se quedaron sin rentabilidad porque le aumentaron los costos. Que no lucha por su sector y sus ingresos sino por el país entero, por la justa causa del federalismo nacional.


Después de todo este intento de fábula barata (si fábula, ambos sectores sacaron a relucir a sus animales) queda una pregunta: ¿Donde está la tercera posición? ¿O la cuarta? ¿Por qué no hubo una tercera plaza? ¿Donde mierda nos metemos los que impávidos observamos la sarta de mentiras usadas para justificar las posiciones? ¿Adonde nos movilizamos al tiempo que vemos las hordas de pelotudos que a puro frenesí se embanderan sin saber bien porque tras uno y otro sector?


¿Por que poronga todo se reduce a dos posturas muy acotados quedando fuera de discusión lo que debería preocupar en serio? ¿Porque nadie (o muy pocos) parece arremeter contra la grandes exportadoras de cereal que son los ganadores del modelo?


Argentina, República Binaria...¿Qué nos depararás?


Por Santi Grandi & Chueco García

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