3.8.08

Típico estupido hijodeputa: Guillermo Andino

Ayer mientras veía TVR no pude evitar que se me revuelva el estómago. Estaba grabada la forma en que Guillermo Andino (ese chico grande con cara de serio, muy correcto y muy lindo, padre ejemplar) había presentado el informe en el que cubrían las desventuras del, pobre y gigante, burrito Ortega.

El tipo hizo una introducción con rasgos moralistas en donde daba su parecer acerca de lo mal que le hacía a todos que se vieran esas cosas (en este caso ver al jugador borracho), lo mal que le hacía al propio burrito, y lo mal que le hacía al fútbol. Sin embargo la nota salió en su noticiero.

Cando la pantalla dejó de reproducir su por demás de seria expresión, se pudo ver al burro entrando a su lindo auto con un paso tambaleante que delataba su borrachera, cosa que se comprobó cuando la cámara hizo un primer plano a su cara. Hasta ahí nada, una cobertura que podría haber sido obviada en beneficio de la figura de Ariel. Después el burro puteo un poco al camarógrafo, subió al auto, puso reversa y toco un poco un surtidor de nafta que hizo caer una chapa. Nada del otro mundo, sin embargo los titulares de los noticieros prefirieron poner que lo había chocado.

Pero lo más asqueroso vino después. El burro sacó su auto de la estación de servicio donde estaba y esperó en la esquina que el semáforo se pusiera en verde. Ahí fue cuando el camarógrafo en cuestión compartió con los televidentes su bajeza moral. Persiguió, rodeó el auto y sometió al crack de River a una persecución mediática que de ningún modo se merecía. La situación daba asco, sobre todo porque no recuerdo que le hayan hecho algo similar a Aguilar, el presidente mafia de River, ni tampoco a Grondona, el rey de la mafia futbolística argentina. A ellos no se los persiguió cámara en mano cual si fueran jerarcas nazis en retirada. El burro no es Videla, no hizo nada para merecerse eso más que regalar fútbol del bueno, y no ser lo suficientemente fuerte, fuera de la cancha, como para vencer su adicción al alcohol.

Mientras ocurría esto había algunos transeúntes que, como la gran mayoría de argentinos que disfrutan (y sufren) del fútbol, también quieren al burrito Ortega, y por ende le gritaban al camarógrafo que deje de joder al burro, que lo dejara tranquilo. A todo esto, el hijoderemilputa que estaba al lado del forro de Andino relataba la situación, y decía que había gente que insultaba al camarógrafo y no le dejaban hacer “su trabajo”.

Hijos de puta!!!!! ¿Ese es su trabajo? ¿Dar una lección de moralina al principio para hacer todo lo contrario después? La verdad que estamos muy mal, porque el intento de periodista este dijo lo que dijo sin que se le moviera un pelo. Verdaderamente debe pensar que ese es el trabajo de un periodista. Así, un noticiero que debería cumplir el rol de informar, amparándose en un derecho tan franco como la libertad de prensa, con coberturas tales se acerca peligrosamente al estilo de Jorge Rial. Pero lo más indignante de todo es el cara de verga de Andino, que se piensa que hace “periodismo serio” y un poco comprometido…comprometido con la pelotudez y la falta de ética reinante. ¿Que hace este tipo cuando le habla a su hija y le cuenta las noticias que presentó en el programa? Porque se llenó la boca hablando de lo mal que le hace a Ortega eso y bla bla bla, pero la verdad es que lo que peor le hace el burro es que un estúpido con cámara lo persiga y que otro estúpido desde el estudio justifique su “trabajo”. ¿Por que mierda no persiguen a un poderoso que esté metido en algo feo? Si este es nuestro periodismo estamos fritos.



Por Santi Grandi & Chueco García


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