22.12.08

21 años sin Prodan

En la madrugada de hoy, 22 de diciembre, se cumplen 21 años de la muerte de Luca Prodan. Ese italiano raro y simple que deambuló por Europa consumiendo toda la música que por ese entonces allí explotaba, más precisamente en Londres; donde fue testigo del surgimiento del punk rock y del reggae.

Claro que consumió también drogas, y de las pesadas, y fueron esos químicos los que lo pusieron a solo centrímetros de la muerte; fue así como, tratando de prolongar un poco su vida, decidió irse a vivir a la Argentina, un país desconocido y alejado donde el fuckin polvo aún no existía, y donde vivía un antiguo amigo de la secundaria escocesa, Timoteo McKern.

Ya instalado en traslasierra, se dedicó a transformar las cabezas musicales de lo que luego sería Sumo. Y eso era Luca, una cabeza musical que a través de Sumo revolucionó el rock nacional de principios de los ´80. Lo hizo desde todos los ángulos: lo musical, lo estético, la actitud...y por sobre todo rompio las barreras que alejaban a años luz al público de los músicos. Luca era un tipo que caminaba por la calle como uno más, con algunos pocos (muy pocos) bienes materiales.

Sumo destruia, en cada recital, las concepciones musicales que arrastraba el público. Era un cross directo a la mandíbula. Una banda que en pleno proceso militar se daba el lujo de cantar en inglés, aún en épocas de Malvinas, cuando s promovía un chauvinismo de muy baja calania. El impacto era gigante.

Las bandas actuales están netamente influenciadas por esa topadora enérgica que fue Sumo. 8 años de vorágine que alcanzaron para darle un giro al rock nacional. A partir de ahora lo más importante sería la actitud y ya no la intelectualidad musical, muchas veces tan fria.

Una experiencia que le permitió a Luca George Prodan vivir 8 años extras, un plazo de gracia que le obsequió la vida...ya que la heroina fue reemplazada por la ginebra, de forma tal que el martes 22 de diciembre de 1987 murió de un paro respiratorio a los 33 year old...tenía una sonrisa en la cara.

Nosotros agradecidos por su paso por estas pampas.

Heroina

Teléfonos que suenan en habitaciones vacías


Por Chueco García & Santi Grandi

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