29.12.08

Fantasmas del pasado

A principios de diciembre se sucedieron en el conurbano bonaerense algunos episodios que hicieron rápidamente volver a la memoria aquellos saqueos con los que terminaba el 2001. Uno de estos sucesos ocurrió en La matanza, curiosamente partido bastión del justicialismo (Cristina Fernández hizo gran parte de su diferencia de votos allí).

Como siempre cuando se acercan las épocas "de fiestas", estos episodios tienen lugar en aquellos sectores donde las bondades de las "políticas" oficiales nunca llegaron, y probablemente nunca llegarán. Aunque vale aclarar que en esta ocasión, según parece, los comerciantes fueron los que acertadamente no quisieron provocar problemas y cedieron libremente su mercadería a la gente.

En este sentido, y para marcar una de las claras causas de este eterno retorno argentino, claro está que nada tiene de glorioso el sistema económico propuesto por el kirchnerismo en estos 5 años, y de la misma manera que permitió el crecimiento notable en niveles macro (ventajas reales para unos pocos), permite la pauperización (desventaja real para muchos) de la calidad de vida de millones de argentinos.

La exclusión (condición necesaria a la que la gran mayoria está destinada dentro del sistema perverso que rige el mundo), la ausencia total de políticas que realmente apunten a sacar de la miseria humana a enormes cantidades de nuestra población, hacen que, a pesar de los avances de nuestro país respecto a la debacle del 2001, la cosa escencialmente no se transforme. El gatopardismo reinante de las teórias políticas del oficialismo nacional se ve claramente ejemplicado con sucesos como los que da cuenta esta nota.

Luego de 5 años de crecimiento (todo antes de esta famosa "crisis",claro, claro), de impresionantes superavits fiscales, de abundancia para algunos, en el fondo (para los de abajo, digamos) poco o nada cambió. Y todavía hay que escuchar a gente que dice que los justicialistas al menos le dan algo al "pueblo", al laburante.

Con el tiempo, y para cerrar y completar una pequeña unión de pensamientos, uno va entendiendo que si le da algo a los de abajo el partido (bastante mafioso) que gobierna este país, es para comprar su voluntad en el único momento en que realmente son para ellos personas que importan. Importa que voten, y que voten siempre al justicialismo.

Mientras esto ocurra, claro está, los fantasma del pasado tardarán bastante en decir definitivamente adiós.

Por Santi Grandi & Chueco García.

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