El rock. Esa forma de ser. Esa manera de entender el mundo. Eso que nos sigue igualando a los Estados Unidos más allá de cualquier proclama antiimperialista, como bien dice Sergio Pujol en el altamente recomendado "Las ideas del rock". Aún hoy se sigue sintiendo el cimbronazo generado por aquél movimiento juvenil, rebelde y profundamente liberal que comenzara en los años 50 y explotara radicalmente en los 60. Todo cambió por el rock, o el rock en sí mismo apareció porque todo cambió. Da igual, sólo importa entender que lo que ocurrió fue una revolución y que nosotros, los jovenes del siglo XXI, somos en varios sentidos los afortunados hijos y nietos de aquellos que hicieron lo más difícil: abrir la puerta.Tomar la posta significa mucho más que creerse "cool" por escuchar una banda progresiva de los 70, o venerar lo grandioso que ya fue hecho. Tomar la posta, ser "rockero" hoy día, implica emular a nuestros antecesores en una sóla cuestión: el espírtu. Creer en lo nuevo, y apostar por ello. Pensar que lo establecido se puede cambiar, rebelarse como se supo hacer.
Una vez más, como siempre, nosotros decidimos. Cuando te das cuenta, cuando tomás conciencia, se acaban las justificaciones, al único que le tenés que rendir cuentas es a vos y a tus sueños. Y eso es bien rockero.
Por Santi Grandi & Chueco García.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario