3.8.09

La farsa argentina

Algún reconocido escritor español dijo alguna vez que la única palabra que puede formarse con argentino es ignorante.

Pensemos lo que pasó en este último tiempo en nuestro país. Se juntó lo más conservador de lo conservador con lo más reaccionario de lo reaccionario conformando un bloque de poder dispuesto a defender sus leoninos intereses empresarios.

Ahora, por lo general eso pasa cuando en frente hay alternativas progresistas en serio que proponen cambios que culminan en beneficiar a las mayorías obviamente a costa de los más poderosos. Pensemos en Salvador Allende, en Perón, en Arturo Illia, quizás en Yrigoyen, etc.

Pero en nuestra república de la impunidad las cosas son distintas últimamente. Es todo una farsa, la historia se repite como tal en clave payasesca. Las fuerzas reaccionarias actúan ya no en contra de gobiernos progresistas en serio, sino contra el progresismo retórico verificado a cuentagotas en la realidad.

El animo destituyente fluye aún cuando en frente no hay nadie que raparta la torta en forma más equitativa. No hay impuestos a la megamineria contaminante, a la renta financiera, al juego...

Mientras tanto tenemos a los cuatro reyes de un país sin reyes, los cuatro egócratas ruralistas que se comieron lo que no tragaron, mientras tanto a sus pies rendido un país, a sus caprichos nos debemos, a ellos que plantaron su soja por el bien de los argentinos.

Del otro lado, un gobierno que aún popularmente diezmado parece no terminar de entender como se hacen las cosas para solucionar los problemas, ciertas actitudes parecen autoboicots a su salud como gobierno, al que aún le quedan dos largos años.


Por Chueco García & Santi Grandi

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