12.11.09

Los pedidos de la hipocrecía.

Las salidas de fondo al megamediático tema de la "inseguridad" que con el correr de los programas fuimos analizando (seguiremos haciéndolo) distan bastante de los reaccionarios pedidos de los personajes faranduleros que después de haber abrazado las fiestita de los 90 ahora lloran al ver los resultados evidentes.

Cabe preguntarse qué tan consustanciados están los Tinellis, las Susanas o las Mirthas con sus teóricas maneras de terminar con el "flagelo de la inseguridad". En realidad, la única idea central que defienden es el cuidado del propio culo, una constante argenta que encuentra un correlato cómplice en varias porciones de la sociedad (de allí los muchos y repudiables comentarios que se vierten en los foros de opiniones de los diarios masivos).

¿Pensar en salidas reales para combatir la inseguridad? Bueno. Pensemos por qué no en expropiar empresas estratégicas privatizadas. ¿Cómo? ¿Que no tiene nada que ver una cosa con otra? Por acá creemo que sí. Sigamos entonces: pensemos en una reforma agraria real (nada que apunte a beneficiar a los Biolcatti y compañia, claro está), pensemos en cobrar impuestos altísimos a las mineras (ante el bochorno Kirchnerista al respecto), pensemos en una reforma tributaria de una buena vez, en erradicar el IVA de la canasta básica familiar. Pensemos, por qué no también y en resumidas cuentas, en meternos con los intereses de grupos económicos multimillonarios.

A la luz de los acontecimientos actuales, ¿Cuesta mucho imaginar el escenario en el que estaríamos inmersos de llevarse esto realmente a cabo? ¿Tinelli, Legrand, Gimenez (y a los que ellos representan) piensan en las alternativas vertidas más arriba cuando hablan de que alguien "haga algo"? Las respuestas a éstas interrogantes son evidentes.

- No, buen hombre. No me dé nada de recetes de soluciones de raíz. ¿No tiene un poco de represión para llevar? Como dice la Susana ¿vió?

A los que abrazaron el menemismo con gusto y placer ( y esto para no meternos en el terreno oscuro de las última dictadura asesina), no queda otra que mandarlos a callar. Aunque claro, tenemos que bancarnos que sean los primeros que cacarean cuando, según les cuentan sus chupaojetes habituales, "Argentina" está inmersa en un "caos".

(*) Para terminar, una breve idea. ¿No tendría mucho más sentido que los que realmente repudiaran, con argumentos que seguramente serían válidos, fuesen los mismos que durante la dictadura y los nefastos años 90 se manifestaron profundamente en contra? Vaya paradoja. A Víctor De Gennaro, para citar un ejemplo de coherencia, se lo veia despotricando contra el menemismo con sobrados motivos, y aún hoy se lo escucha en búsqueda de soluciones reales y de fondo. Y mierda que tendría fundamentos para ser él uno de los más enojados y exaltados por la "preocupante inseguridad"...

El que quiera entender, que entienda...



(**) Aclaración final: la magnífica foto de esta nota probablemente sea utilizada en muchísimos escritos más. Nótese como la tv. no sólo sujeta a los sujetos, sino que tapa los ojos de otro y tapa la boca de un osado que se atreve a cuestionarla.

Por Santi Grandi & Chueco García.

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