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En un episodio más de grandeza, Diego Maradona visitó este miércoles dos barrios marginales de Pretoria, en Sudáfrica, e hizo delirar a varios centenares de chicos, entre los que se encuentra un grupo que juega en un equipo apoyado directamente por la embajada argentina.

El Diego jugó, se divirtió y volvió a demostrar su amor incondicional con chicos que viven una situación parecida a la que vivió él en su niñez. Tuvo palabras de sincera emoción para con la gente, y entre regalos (pelotas, camisetas) demostró una vez más, como si hiciese falta, que su popularidad no encuentra fronteras y no reconoce parangón alguno a nivel planetario.

Maradona es este personaje de la gente, del pueblo. Huelga decirlo, pero ante episodios cercanos en el tiempo de indudable ataque a su figura, nunca está de más recordarlo. Porque si lo preponderante cuando se piensa en él es en su pasado flagelo personal, o en su ataque "grosero" a cierta parte de la prensa que configura un poder de facto que se escuda en la libertad de expresión para impunemente decir o publicar cualquier cosa, sin dudas se está equivocando el camino. De esta manera olvidamos la faceta humanitaria, rebelde y contestataria que constituye su parte más constructiva y socialmente enriquecedora.

Peca de soberbia aquél que, con el duduso mote de "drogadicto", piensa que está desacreditando a un ser humano. Y ante todo, falta sumamente el respeto a un semejante que, en todo caso, precisa ayuda. Y relacionado a Diego, peca de estúpido aquél que, ante la evidencia del amor que genera su imágen en cualquier parte del mundo, o de su postura para con los poderes establecidos y su evidente posicionamiento del lado de los que menos tienen, coloca en primer lugar en cuestiones de relevancia acciones de su vida privada que la misma Constitución Nacional defiende.

Me enorgullese tener un tipo como Maradona dentro de la historia de este país, de la misma manera que me genera una genuina admiración verlo rodeado de chicos marginados que a su lado no paran de sonreir. Bastante diferente son las acciones de Diego, respecto a las de señores de saco y corbata que, abogandose el derecho de constituir el tribunal moral del mundo (mundo esencialmente injusto y asesino, hay que recordar) imponen sanciones o se indignan por las palabras de un negrito argentino que tiene el tupe de abrir la boca.

Evidentemente Está En Vos está con Diego Armando Maradona. Si vos no estás de su lado, indudablemente tampoco estás del nuestro.

Ah, y para no perder la costumbre, este jueves Diego visitará una fundación que trabaja con 8 colegios que hicieron del fútbol una actividad educativa.

De yapa, un formidable fragmento de "La vida según Galeano" relacionado al más humano de los dioses.



Por Santi Grandi & Chueco García.