9.9.10

Nosotros Nos Cuestionamos

Palabras de la Presidenta: "La equidad no es contraria a la eficiencia económica".

Evidentemente todos, al menos todos nosotros, vamos a estar de acuerdo con ésta premisa. Ahora bien, reconociendo los buenos indicadores económicos de esta administración, la indudable recuperación respecto a los peores años de nuestra historia, la "paz social" que a pesar de todo se sostiene, ¿da para hablar tan abiertamente de equidad? ¿de amor al "proyecto de país? ¿Reconocer todo lo logrado, nos autoriza siendo ejecutivo a quedarnos allí? Y a los tipos que opinamos, que hablamos por radio, que sabemos o creemos saber, reconocer que quizás estamos hablando de un imposible cuando apuntamos a la equidad bajo los parámetros de un sistema esencialmente injusto, ¿nos autoriza para caer en una suerte de conformismo? ¿Aquella noción de "más que esto es imposible hacer"?


Digo, porque si la respuesta es "sí", ¿qué hacemos con la gente que vemos durmiendo en la calle? ¿Con las eternas villas miserias? ¿Con los pibes sin futuro, con los limpiavidrios o los miles de muertos por desnutrición por año?

Y me permito seguir. El hecho de compararse, como corresponde, con países hermanos de latinoamérica, y darnos cuenta que respecto a ellos somos de los mejores en niveles de educación, alfabetización, seguridad, equidad social, ¿nos permite olvidar que la brecha entre los súper ricos y los pobres de la población argentina es de 26 veces?

Quiero creer que se entiende para dónde vamos con éstas preguntas. Yo lo que veo en cierta nueva onda de periodismo de indudable tendencia oficialista es esto que describo. Y aunque aclaro que no veo lo malo de asociarse a una idea de gobierno y defenderla, ¿no existe para eso la militancia? Porque hay que ser sinceros, y a veces jode. Al menos a mí, me jode. Aquello de defender a morir un sistema que diferencia aún tanto al que más gana del que menos gana, a mi me da por las pelotas. Sobretodo sino estamos hablando de funcionarios del gobierno, sino de periodistas. Veo muchos enceguecidos.

Pero insisto, soy de los que apoyan al gobierno por cuestiones como la Ley de Medios, la estatización de las jubilaciones, la Asignación Universal por hijo, etc. Pero también insisto entonces: ¿por apoyar aquello tengo que dejar de hablar, por caso, de la persistente concentración econónomica y productiva? ¿O por estar totalmente del lado de investigar la verdad entorno a Papel Prensa o apoyar la idea de declarar la producción de papel un bien público o manifestarme totalmente convencido de ir contra los grupos comunicacionales hegemónicos, tengo que callarme respecto a la realidad del grupo Szpolski?

Manifestarse como K o Anti K, o caer en esa disyuntiva, es a mi juicio una trampa. Porque creo que, la verdad, es algo que le viene bien a los dos bandos. Porque una administración que mantiene en 26 veces la brecha entre ricos y pobres no me puede venir a decir que le hago el juego a la derecha con éstas preguntas. Y una derecha obsoleta y bochornosa como la que existe en este país no puede plegarse a mis preguntas, ni decirse parte de mis interrogantes, porque si fuese por ella la brecha aún sería mayor.

Queda claro entonces por qué los que nos mensajean dándonos a entender que somos algo así como la tercera posición desde un punto de vista periodístico tienen, a mi entender, razón. No somos ni unos, ni otros. Somos nosotros. Los que cuestionamos. Los que intentamos desnaturalizar lo que tantos consideran natural.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario