23.8.07

De Frases hechas, prejuicios, preconceptos y demás...

El mundo está lleno de frases hechas ¿no? Pero a mí lo que más me sorprende es que haya tanta gente dispuesta a vivir y basar casi toda su existencia en ellos. Es decir: explicar diferentes situaciones o acontecimientos usando 2 o 3 frases hechas hablaría, para mí, de una persona a la que le han activado una maquinita en el cerebro que da la respuesta predeterminada en el momento justo.

Otra de las cosas que más me sorprende es que no haya resistencia por parte de mucha gente. Resistencia a convencionalismos que desde que nacemos "algo" nos lo va metiendo en la cabeza. Saco como consecuencia lógica que en realidad lo que pasa es que para muchos lo que no llega es el momento de la concientización; es de la única manera que me explico que uno pueda fundamentar sus opiniones, sus "principios", ¡basar toda su vida che! en algo que lisa y llanamente NOS DICEN QUE DEBEMOS PENSAR.

En contraposición a esto, creo que pocas cosas pueden ser más reconfortantes que vivir la vida en base a algo que podria considerarse, a su vez, una frase hecha: esa que afirma que no hay caminos, que la idea es ir haciendo camino al andar. Puse este ejemplo contrario a lo que digo más arriba porque pienso que lo de basar muchos actos (sino todos) de la vida de uno en juicios o frases convenidas tiene generalmente una connotación negativa; es decir, son preconceptos o frases hechas que tienden a reprimirnos, a "cortarnos las alas", a poner piedras en el camino del conocimiento o desarrollo de uno mismo.

Acá empezaríamos otra cuestión que creo que es evidente: la gran mayoría de estos preconceptos (o quizás la gran mayoria de los que la gente parece empeñada en usar) carecen realmente de contenido; y en realidad no me sorprende.
Siempre tuve la sensación de que, como los prejuicios, son fruto de una tonta necesidad de simplificarlo todo. En este sentido entonces es de esperar que las frases hechas no encierren nada (o poquísimo) de constructivas.

De esta manera podria llegar a una suerte de "conclusión": si uno efectivamente basa su vida en principios impuestos, en preconceptos que generalmente toman la forma de frases hechas, no hay duda que en el fondo vivirá en base a "convicciones" que en realidad le vienen de afuera. Es decir, uno decidirá así vivir su vida con la aparente seguridad que proporcionaría el basar su accionar cotidiano en ideas o creencias que cuentan con el aval general de la gente. De gente preocupada en encajar, y no en ser.

Por Santi Grandi & Chueco García.

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