2.4.08

2 de abril. El análisis que creemos indicado.

La televisión seguramente llenará varios de sus espacios en sentidos homenajes a los pibes que combatieron en Malvinas, tanto a los que murieron en la guerra, como los que regresaron y, desde luego también, a los que se sacaron la vida, víctimas del abandono sistemático, a pesar de haber "sobrevivido" a la contienda misma.

Pero para sostener en el tiempo una actitud que creemos propia del programa, algo así como el espíritu con el que creemos identificar a Está en vos, el corto análisis que se propone desde acá es el de la clara autocrítica del pueblo mismo. Se sabe, nada nuevo se dirá cuando se hable de la hipocrecía de tanta gente, de tantos personajes "famosos", de tantos periodistas que, en su debido momento, abogaron a favor de la "proeza nacional" que el señor Galtieri y compañia propuso en 1982. Banderitas al viento, gritos sinceramente insoportables vivando la figura del presidente de facto, actitudes realmente de soberanas lacras humanas encontrandose con el visto bueno de gente tonta y desinformada, que por tal pasa también a ser bastante censurable.

Esos hechos, esos gritos, esos brotes de pseudo (y pesimamente entendido) patriotismo, fueron obra de la misma gente. Del pueblo, de la sociedad, o como más le guste denominarlo. Aquel apoyo, aquella adrenalina que desataba el "estamos ganando" no fueron obra del alcohólico que mandaba en el país o de ninguno de los asesinos y genocidas que lo rodeaban. A no sacarse responsabilidades, seria un buen juego para divertirse en estos días.

Cuando llegan estas fechas y se ve en los recurrentes especiales televisivos las fáciles alusiones a los bochornos de los personajes que "gobernaban" el país en aquellos años, pienso que siempre hace falta darle más bola a algo. Para poner un ejemplo: cuando veo la cara de Galtieri diciendo "si quieren venir, que vengan" y la gente explota en la Plaza de Mayo, me quedo pensando más en esa gente, que en la figura del hijo de puta que estaba en el balcón de la Casa Rosada. El motivo de todas maneras creo que es fácil de entender pero difícil de asumir. Es mucho más sencillo seguir demonizando la figura del demonio en sí mismo, que darnos cuenta que entre todos ayudamos (o por qué no, hicimos) a ese demonio.

Dicho en pocas palabras, los aniversarios que año tras año se cumplen de cualquiera de estos acontecimientos argentinos bochornosos (Comienzo de la dictadura; Guerra de Malvinas) deberian ser más que nunca, quizás, motivo de reflexión, de autocrítica total, de un ejercicio de "sincerización" real, en lugar de una fría y ya rutinaria consternación hogareña al ver los cientos de especiales que los noticieros tendrán seguramente bien preparados.

Por Santi Grandi & Chueco García.

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