16.6.08

"Ignorar las cosas que no son realmente importantes"

Miro a mi alrededor y veo mucha gente. Mucha gente joven. Mucha gente viviendo una época con muchas posibilidades. También Veo un gran potencial, y lo veo desperdiciado.

Mierda che, toda una generación bombeando nafta en estaciones de servicio, atendiendo mesas, detrás de mostradores, soportando condiciones intolerables de trabajo, o de esclavos bien vestidos en oficinas. La publicidad nos bombardea y nos manda tras autos, ropas, mp3, mp4, celulares último modelo... nos manda a trabajos que odiamos, para poder así comprar mierda que no necesitamos.

No parecemos más que los hijos medianos de la historia, creyéndonos sin propósito ni lugar. Claro, pensamos que no vivimos en un ambiente de una gran guerra, ni inmersos en una gran depresión económica. Nuestra gran guerra, en realidad, es una guerra espiritual... nuestra gran depresión termina siendo nuestra vida..

Nos han criado viendo la televisión y haciéndonos creer que algún día seremos famosos, tendremos mucha plata o seremos estrellas de cine, pero a la vez nunca nos han proporcionado las armas para llegar a serlo. Así, vamos entendiendo, poco a poco, que no llegaremos a habitar ese mundo ideal que nos han vendido, y no nos queda otro camino que ir lentamente dándonos cuenta de ello. Nos vamos consumiendo, poco a poco, como parte de una lógica que pretende ser irremediable, cuando en realidad no es más que una desesperanzada ilusión a la que arribamos por nuestras propias inhibiciones, nuestros propios temores y falta de coraje.

Estamos vivos hoy, y éste es el único tiempo que existe. Vivimos en un mundo que cuenta con todas las condiciones para ser infinitamente más libre de lo que fue en generaciones pasadas y ni hablar comparándolo con lo que es hoy mismo. Tenemos todas las posibilidades, y las tenemos, todas, a nuestro alrededor.

Nos viven bombardeando los sentidos con datos irrelevantes y productos para satisfacer nuestros deseos más materiales. Pero somos nosotros mismos los que tenemos la salida a todo esto, en el mundo de la información democrática y la interconexión entre todos. La frustración y el vaciamiento sustancial de nuestro ser es lo que nos propone el mismo mundo que nos invita a consumir, justamente para satisfacer las mismas ansias truncadas de superación personal.

Pero, contrario a cualquier augurio fatalista, no hay por qué desesperarse. Porque esto no deja de significar un reto. El reto es no sentir nada de miedo, ni permitirse nada de distracciones. El reto, es llegar a entender que lo que se debe lograr es desarrollar esa habilidad de ignorar las cosas que no son realmente importantes.

El reto es intentarlo, y el único riesgo que existe es llegar a lograrlo.

(*) Idea extraída de un diálogo del "Club de la Pelea", rearmado y cambiado en gran parte por nuestras cabezas.

Por Santi Grandi & Chueco García.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario