24.9.08

Basta de penas

Hay algo en lo que estuvimos pensando, sobre estar al frente de un programa en un medio de comunicación y la tentación de convertirse en un eterno pesimista, de caer en la lógica vernácula de la prensa argentina que ha encontrado el reaseguro de su negocio: nada mas ni nada menos que empachar de malas noticias a la sociedad, quien en su amplia mayoría fácilmente se convence de que vivimos en el peor de los mundos posibles. Venden las malas noticias, lo bueno (que sin duda que lo hay, y muchas veces es un elixir para almas castigadas) se esconde, o peor, ni siquiera se busca.


Obviamente es este un tema complejo. Porque no ver lo malo puede implicar engañarse y en el momento menos pensado golpearse duramente la cabeza contra la pared. O nos puede transformar un unos conformistas que simplemente nos conformamos con lo que hay y no aspiramos ni reclamamos más. Pero nada de eso es lo que proponemos, preferimos buscar un sano equilibrio entre el reclamo y la reivindicación de lo positivo.


El gran problema es que si uno se hace eco solo de las malas noticias, cuando también las hay buenas, neciamente se amarga su propia vida entrando en el juego de la negatividad absoluta. Y eso no creemos sea bueno para nadie.


La buena noticia de que en Perez se va instalar una fabrica brasilera que invertirá miles de millones en el país nos hace echar un cable a tierra y pensar si realmente esto es un desastre. También que el ejecutivo de esa empresa diga que la mano de obra argentina es la mejor de Latinoamérica. O el hecho objetivo de que los obreros argentinos en blanco sean los mejores pagos de Latinoamérica en términos de salarios reales. ¿La inflación del 25% que tiene argentina es tan grave e incontrolable como dicen?


Hay muchos problemas, de eso no hay dudas, pero sería importante que el árbol no tape el bosque. Los argentinos tenemos memoria de mosquito y hoy en día hay muchos que no distinguen entre esta época y el nefasto menemismo. Dándole la razón, en esta ocasión, a la presidenta, los mismos que nos llevaron al desastre económico son los que increíblemente hoy (con un crecimiento económico ininterupido como casi nunca en nuestra historia) nos dicen que vamos hacia el abismo.


Y la verdad que quedan realmente muchas cosas para mejorar, muchas cosas que indignan, que nos duelen…pero la verdadera deuda que tiene hoy el país es con los sectores más humildes, por los que este gobierno no está haciendo demasiado. Sin embargo nos reusamos a pensar que los que tanta mala onda y pesimismo dilapidan hoy estén pensando justamente en las necesidades de esos sectores.


En representación de estas líneas elegimos “Basta de penas” un tema del último disco de Los Piojos que habla del eterno pesimismo de algunos, un pesimismo que no deja disfrutar ciertas cosas buenas que simplemente pasan.




PD: El disco Civilización (2007) va camino a quedar clavado en la historia infranqueable del rock nacional.

Por Santi Grandi & Chueco García

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