Propasados

Que una discusión clásica de automovilistas termine a los tiros y con un muerto es algo que poco a poco ¿comenzará a ser común?

Hace unas semanas un taxista se calentó con un conductor, se bajó y lo amenazó con una pistola. El sábado a la madrugada, una disputa (¡¿es concebible pensar que todo nació por una luz alta?!) terminó con el hermano de uno de los conductores muerto. La pregunta que aparece rápidamente es: Che, ¿qué mierda nos pasa?

Hay mucha desesperanza en el aire, mucha resignación y sobredósis de frustración. Nada más fácil, piensan muchos, que agarrarsela con los demás. El asunto es que estas conductas poco a poco van propasándose, hasta extremos como el de este fin de semana.

No puedo evitar sentir un profundo deseo de putear a los hijos de remil puta que terminan con una vida por una discusión automovilística, o por lo que sea. Si están cansados de vivir, si están llenos de resentimiento por la vida de mierda que llevan, si son unos pelotudos que se pasan de merca todos los fines de semana para intentar evadirse de su patética existencia, antes de agarrarsela con los demás, hagan el favor de mirar al espejo, encontrar el único culpable de todo y después, si quieren, en ese mismo momento usen el arma. Quizás estén haciéndose y haciendole a los demás un gran favor.

Aclaración: nota escrita con bastante más bronca que razonamiento. Tenia ganas de hacerlo así.

Por Santi Grandi & Chueco García.