23.3.09

La polenta fabulosa movió el Hipódromo


Finalmente los Fabulosos llegaron al Hipódromo de Rosario dejando atrás varios años de ausencia desde aquella última visita a la explanada del CEC.

Y verlos fue un placer. Ofrecieron la mejor versión de una banda ajustadísima y precisa sin por eso perder su potencia característica. Tal como lo marca su historia, la coctelera de ritmos anglosajones, jamaiquinos, afro y latinoamericanos típica de los Cadillacs demostró vigencia, pasión y nada de aburguesamiento musical, marcando una paradoja con los millones que seguramente facturarán con este interminable tour de regreso.

De la misma forma que lo vienen haciendo abrieron la efervescencia del show con El león y sus riffs de vientos, que juntos con los inoxidables hits de barricada -Mal Bicho y Matador- se materializaron el sábado 14.

Una primer hora y media realmente memorable, grandes temas, en su mayoría desde Rey Azúcar en adelante. Carmela y su mezcla de trompetas caribeñas con épica de guitarra distorsionada. Estoy harto de verte con otros, viejo ska con la carga melancólica que anuncia su título. La nueva versión a lo James Brown de El genio del dub con gran fragmento incluido de Radio kriminal.

La tranquilidad reggae de la nueva versión de Muy muy temprano, recordando historias de sus años mozos, enriedos amorosos y borracheras. Y uno de los temas que engendra la esencia acabada de los Cadillacs: cambios ritmos abruptos que nunca quedan mal; El aguijón, un ska tranca que termina explotando con fuerza punk. Y hablando de mix de fuerza y ska, ahí también estuvo Paquito con su incomprensión social del HIV y su detonación hardcore.

No faltó Wake Up And Make Love With Me gran cover de Ian Dury, tecnopachanga para que Vicentico salto y no pueda ocultar sus chichas (ya sin su saco que las camufla) que suben y bajan, y para que Flavio deje saltar y rapeé sus estrofas. Vientos y la voz chillona de Vicentico para entonar esa magnífica pieza llamada Saco Azul, aquí sin los voces finales de Valeria Bertuccelli, pero con toda su carga emotiva de olvido. Que decir de la tranquilidad hipnótica que irradia Los condenaditos, fenomenal. Y así esa serie de temas gigantes le abrieron la puerta al primer tema de fiesta de 15: Demasiada presión, que por ser archiconocido no dejará jamás de ser un buen tema.

La furia ante la matanza de los originales dueños de este continente se hizo presente con V Centenario. Siguió el La luz de ritmo (tema nuevo del último album), de neta tradición Cadillac. Y luego, una joya de Fabulosos Calavera: Calaveras y Diablitos.

A este altura empezó el repertorio de hits habitualmente bailados por la clase media en cualquier evento social, que hicieron saltar al fin, contentos, a quienes llegaron con entrada de protocolo, o a quienes fueron a buscar justamente esos sonidos. Temas que igualmente están bárbaros, solo que todos juntos descompensan.

Dentro de este pelotón estuve el tema más cantado de la noche, aquel que fuera dedicado a un ex manager, El satánico doctor Cadillac. Estuvieron también la siempre bienvenida Guns of Brixton de los Clash y la sorpresiva Let’s Lynch the Landlord de Dead Kennedys.

Parrafo aparte merece la presencia de la figura enorme de Mimí Maura para interpretar la parte de Celia Cruz en Vasos Vacíos. La puertoriqueña aportó toda su carga sensual y su presencia vocal a un tema que de no ser por ella sería insoportable. Después de mirar a Mimi cantar y moverse por el escenario más de uno habrá envidiado a Sergio Rotman.

Tal cual lo vienen haciendo, el recital terminó con la infaltable Yo no me sentaría en tu mesa. Para cuando Vicentico entonaba el párrafo "está lloviendo pero yo no me voy a mojar, mis amigos me cubren cuando voy a llorar" comenzaron a caer las primeras gotas de una lluvia que esperó hasta que termine todo para dejar caer su furia.

PD: El Hipódromo es una masa para hacer recitales.

Por Chueco García & Santi Grandi

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