15.3.09

Hacerse cargo (otra vez el título de una nota)

Personajes con semejante llegada a la gente deberían pensar dos veces antes de hablar. Que Susana Gimenez haya dicho lo que dijo o que, peor aún, salte un Marcelo Tinelli dando cuenta de su visión apocalíptica de Buenos Aires, nos dá para pensar.

¿Qué tan cierto es eso de que si se está profundamente dolido son aceptables ciertos exabruptos discursivos? A la luz de los hechos, más bien es una mentira rotunda. Se conoció el caso de una madre a la que le mataron al hijo, en el escenario de la lucha contra el paco. La señora, llena de humildad, grandeza y amor, en ningún momento quiso matar a alguien. Ella propuso, en todo momento, soluciones de raíz, y que el mismo sistema recupere a esa persona que mató, violó o lo que fuere. Cambios esenciales, en otras palabras. Esos mismos que ni Susana Gimenez, ni Marcelo Tinelli, ni Sandro (y tantos más) realmente sienten que sean necesarios, porque mejor y más "efectivo" es endurecer la mano y las penas. Ojo, esos mismos cambios radicales que de ninguna manera, gobierno alguno, quiso alguna vez implementar.

Este último punto se tiene que aclarar. Acá que salgan Sciolli o Anibal Fernández a contestarles a los mediáticos no los transforma a ellos en los que decididamente están enfrentados a la postura de los personajes de la TV. Tienen puestos desde los que realmente podrían ejecutar. Tenian el apoyo popular, las posibilidades infinitas, y no lo hicieron en 6 años. Y no por incapacidad. Sino que desde luego así es el plan. A este gobierno nacional, como a la enorme mayoria de los que los antecedieron, de ninguna manera les importa el famoso asunto de la "inseguridad", porque nunca, jamás, propusieron soluciones de raíz. Y todo esto, encima (¿o por lógica consecuencia?) encuentra sustento en la oponión del vigilante medio argentino, siempre dedicado a cuidarse el culo, y a poder "vivir tranquilo" mientras los excluídos se mueran por el hambre y la falta de cariño en las afueras, ahí dónde no puedan verlos.

Junto al enorme circulo vicioso de la eterna inoperencia gubernamental y los absurdos/burdos/patéticos/funcionales pensamientos y actos del medio pelo, existe la terrible amenaza de que todos finalmente caigamos en la desesperanza total. Sin embargo, no es el camino elegido. El "cambio" se vislumbra sencillo, y utópico a la vez. Algo tan simple como replantearse cuestiones personalmente, debería ser cuestión de todos los días. Pero claramente no lo es. De la misma manera que no encontramos en estos dias pensamientos y discursos abarcativos, superadores y humanos en ciertos personajes llenos de dinero y reconocimiento popular, pero bastante faltos de sensibilidad.

El peligro es que un árbol te tape el bosque, pero peor es que un arbusto lo haga. ¿Mano dura, más penas, bajar la edad de ininputabilidad en los menores, PENA DE MUERTE? No seamos boludos. Dejemos de pensar que los que nos cagan están "abajo". Miremos para arriba, al costado y al espejo, ahí hay responsabilidades reales.

¿Castigar a los que nada tienen? ¿Castigar a los que gobiernan? ¿Hacernos cargo y castigarnos a nosotros mismos?
Me suenan a buenas preguntas para comenzar un cambio.

Por Santi Grandi & Chueco García.

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