27.8.11

El disparador del 50 a 12

Y sí, por acá vamos muy bien, Cristina. 50 a 12. La diferencia lo dice todo. Absolutamente todo. No hay que perder más el tiempo analizando NADA. Repito: 50 a 12. Diferencia de más de 7 millones y medio de votos respecto al segundo. Esto es la democracia. Tanto que hablan de ella, de ese ente intocable: esto es la democracia. Con sus imperfecciones - y yo soy de los que piensa que las tiene de a montones - es lo mejor que se tiene. Y si realmente se es democrático, si realmente se cree el parloteo de las "Instituciones" y la "República" y bla, bla, bla, hora de cerrar el pico y sumar, construyendo, acompañando y desde ya que perfeccionando con la crítica a esta manera K (modelo, relato, chamuyo) que apoya casi el 51% de los votantes de este país y que va a ganar tranquilamente en primera vuelta en Octubre.

Si hay algo súmamente interesante que han logrado estos 8 años de Kirchernismo es evidenciar claramente los papeles que cada uno juega, y demostrar que más allá de las construcciones mediáticas que se hagan de los asuntos, la realidad pasa por otro lado. En pleno año 2011, ¿se cree que por sólo declarar "vamos a terminar con la inseguridad" el pueblo te va a acompañar? ¿Para cuándo empezar a hablar de las razones, de las causas? Y como resultado de que no sólo que no hablás de ellas, sino que sos aliado de un menemista confeso - seguidor, entonces, de un "modelo" que terminó de hacer estallar a la sociedad argentina en miles de pedazos, al menos hasta el año 2003 - , la "sorpresa" del poco caudal de votos logrado dista bastante de ser real.

El asunto que subyace en este momento clarificador es que lo que se transforma en una gran virtud del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner es, a su vez, su deber más grande. El piso al que se ha llegado en estos 8 años es notable y es mi parecer que cualquiera de los que se dedican a relativizar estas conquistas o bien juega decididamente para ciertos intereses, carecen de visión analítica (sumada a una corta memoria) o viven en algún mundo alejado de la realidad. La principal virtud del Kirchnerismo, entonces, pasa por el piso establecido con el protagonismo central del Estado, por la idea que no sólo esto es lo que quiere un Gobierno, sino que es lo que la enorme mayoría de la Sociedad también quiere.

Como quiero rápidamente considerar y ruego que se haga definitivamente evidente tras estos resultados, esta base que provee el modelo K quita automáticamente del escenario de las alternativas a los Duhalde, Alfonsín, Rodríguez Saa, Carrió, etc. Sus programas jamás incluirían sostener lo hecho y perfeccionar las mútiples falencias que el modelo sostiene, con la honroza excepción del Frente Amplio Progresista. Las suyas son vueltas al pasado, a un pasado que no sólo que es repudiable casi por cualquier lugar que se lo mire (hay que volver a ser el país que fuimos, decían. ¿El que fuimos cuándo?, me pregunto siempre yo) sino que, y ahora decididamente, la mayoría de la población tampoco quiere reeditar.

Y entonces, este impresionante apoyo a "la gestión" deviene en un clarísimo deber. El deber es profundizar. La idea es que ahora, con la confianza total depositada, hay que avanzar. Avanzar y mucho. Enfrentarse a lo que haya que enfrentarse en nombre de la tan famosa igualdad de posibilidades.

Si Cristina gana holgadamente como ya es un hecho que ocurrirá, será la hora de enfrentarse realmente a los poderosos. Es muy interesante escuchar en un discurso presidencial que no se le tiene miedo a las corporaciones, en tiempos en que siguen siendo ellas las más favorecidas, por lejos, a la hora de analizar macroeconómicamente el modelo. Listo, no importa eso, al menos por ahora. La confianza está depositada: anímense a meterse contra los que hay que meterse, por la justicia y la igualdad. Ellos tendrán los medios masivos de comunicación, las empresas, las bolsas de valores de su lado. El Gobierno tiene, y tendrá, así, al pueblo. Y sepan definitivamente que el pueblo unido, difícilmente es vencido.

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Y es muy grato que una de las primeras cosas de las que haya hablado Cristina tras el impresionante apoyo recibido sea del proyecto de ley que limita la venta de tierras rurales a extranjeros. Hay que ser honestos, o al menos yo soy honesto ante todo con mis ideas, con mis creencias, con mis ideales. Y por eso celebro esta propuesta, que surje del ejecutivo Nacional, o sea que nace en Cristina Fernández.

El 1º de marzo habia hablado varios minutos en su discurso de apertura de las sesiones ordinarios del Congreso Nacional sobre este asunto. El 27 de abril por Cadena nacional anunció el envío del proyecto. Y aquél lunes, luego de sacar más de la mitad más uno de los votos en las primarias, solicitó a todas las fuerzas políticas que aprueben ésta norma que ella misma considera “clave y central” para el futuro inmediato. “Creo que es un punto muy importante para demostrarles a la sociedad, a los sectores productivos y al mundo la idea que las fuerzas políticas en la Argentina tenemos acerca de un recurso estratégico y vital, como es la tierra, en un momento donde esto adquiere una importancia vital”, dijo Cristina.

La nueva ley “va a tener que ver mucho con la situación actual y con los desplazamientos que se están operando ya en materia de capitales y pasar de activos financieros a activos físicos”, sostuvo. El proyecto que presentó el Poder Ejecutivo limita la venta de tierra a extranjeros al 20 por ciento del total de las tierras rurales a nivel nacional (La tenencia extranjera se limita a mil hectáreas) no significa "estatizar" las tierras, no afectará los derechos ya adquiridos, establece un límite para la posesión de tierras de una misma persona física o jurídica y crea un registro nacional de propietarios para poder controlar su cumplimiento. Su objetivo, tal como lo describió cuando presentó el proyecto hace unos meses, es “conservar en el dominio nacional, no estatal, una cuestión que es de todos los argentinos y fundamentalmente de aquellos que tienen capacidad de producir e invertir en esa tierra que tiene beneficios para todos”.

Y se sabe, es como cualquier ley o proyecto de ley, perfectible. Parece que actualemente cerca del 10 por ciento de las tierras estaría en manos extranjeras, por lo que el proyecto oficial permitiría que esa superficie se duplique. Y entonces acá habría que analizar otras maneras. De hecho hay muchos proyectos al respecto, y la idea es sumar lo mejor de todos y tirar para adelante, para el mismo lugar, todos juntos.


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