8.11.11

El hombre y la mujer (Victor Hugo)

Con esto empezamos la semana en Está En Vos. Nos valió el grato reconocimiento: "comienzo sublime". Y a decir verdad, no quedan dudas.

EL HOMBRE Y LA MUJER

El hombre es la más elevada de las criaturas.

La mujer es el más sublime de los ideales.

Dios hizo para el hombre un trono;

para la mujer un altar.

El trono exalta; el altar santifica.

El hombre es el cerebro, la mujer el corazón;

el cerebro fabrica la luz; el corazón produce el amor.

La luz fecunda; el amor resucita.

El hombre es fuerte por la razón;

la mujer es invencible por las lágrimas.

La razón convence; las lágrimas conmueven.

El hombre es capaz de todos los heroísmos;

la mujer de todos los martirios.

El heroísmo ennoblece; el martirio sublimiza.

El hombre tiene la supremacía;

la mujer la preferencia.

La supremacía significa la fuerza;

la preferencia representa el derecho.

El hombre es un genio; la mujer un ángel.

El genio es inmensurable; el ángel indefinible.

La aspiración del hombre es la suprema gloria.

La aspiración de la mujer es la virtud extrema;

la gloria hace todo lo grande;

la virtud hace todo lo divino.

Es hombre es un código; la mujer un evangelio.

El código corrige; el evangelio perfecciona.

El hombre piensa; la mujer sueña.

Pensar es tener en el cráneo una larva;

soñar es tener en la frente una aureola.

El hombre es un océano; la mujer es un lago.

El océano tiene la perla que adorna;

el lago la poesía que deslumbra.

El hombre es el águila que vuela;

la mujer es el ruiseñor que canta.

Volar es dominar el espacio;

Cantar es conquistar el alma.

El hombre es un templo; la mujer el sagrario.

Ante el templo nos descubrimos;

ante el sagrario nos arrodillamos.

En fin...

El hombre está colocado donde termina la tierra;

la mujer donde comienza el cielo.

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